En medio de un pasillo oscuro se abre paso la pensión donde más de 200 habitantes provenientes de Risaralda e indígenas Embera Katío pasan sus días dedicados a la limosna para poder subsistir.
De acuerdo con el informe entregado por la Personería de Cali esta es la tercera vez que dicha comunidad llega a para pasar sus días en el barrio El Calvario en medio de la delincuencia, drogadicción y enfermedades. El ministerio público informó que estos salieron por primera vez en el 2012 cuando un grupo de indígenas fueron desplazados desde Pueblo Rico, Risaralda.
Estos nativos piden ser trasladados a su tierra de origen pero con garantías de seguridad, vivienda y opciones de empleo. Uno de los líderes expresó que ellos cultivan la tierra con maíz, papa y entre otros alimentos.